Si es que cuando estamos en casa no nos damos cuenta de lo que tenemos, sólo hay que salir fuera para saber qué es lo que exactamente echas de menos. Si a ésto le unes que tienes que cruzar el charco para trabajar, no se sabe en qué condiciones, y lo haces porque crees que es lo mejor, pues es duro. Más duros son los comienzos , país nuevo, gente nueva, costumbres nuevas,... con el tiempo hay mucha gente que tiene que volver a su país con una mano delante y otra detrás, pero hay algunos que van tirando y se hacen un pequeño hueco en su nueva sociedad. Pero a veces la vida es injusta . Lo que le pasó a Jorge fue espeluznante y ,además , su familia lejos . Creo que cualquier persona tiene derecho a poder despedirse de su hijo.
martes, 28 de octubre de 2008
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