domingo, 20 de junio de 2010

Viajar



Una pareja amiga mia se va de viaje a Nuremberg mañana. ¡Qué grata sensación poder ir a un lugar tan lejano y sensacional!

Maletas, DNI, organización, bolsa de aseo,...

-No os paséis con el peso que al volver os apetecerá traer algún recuerdo de allí y no os cabrá. Lo digo por experiencia.

-Tranquila que lo tenemos todo controlado.

-Vale, digo yo.

- Idioma, ¿qué idioma hablaréis si no tenéis ni idea de Alemán y el Inglés a duras penas?
- Bueno, siempre queda el lenguaje de los signos .
Y ella se pone a imitar todo lo que pedirá con gestos.

Esto es señal de alegría, aunque el viaje sea de trabajo. La felicidad reina en sus caras. Y es que viajar, adentrarse en lo desconocido es a veces una sensación indescripible.

Aunque veas muchos programas y documentales, nada es comparable con la realidad. Ver París de noche, los canales de Amsterdam o de Venecia, o Roma de día son recuerdos imborrables en cualquier mente humana y sobre todo cuando se trata de algún lugar hermoso al que probablemente sabes que no volverás.

Fotos, postales, detalles, cansancio, aviones con retraso, maletas perdidas, ...

Al final tu mente olvida todos aquellos marrones y queda impregnada de aquellos bonitos monumentos, parques, lugares, pinturas,... que permanecen por siempre en tu memoria. No dudes, viajar siempre es un placer, como decian los payasos de la tele.

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